Madrid: Marzo de 2023
Foto: Cesar Lucas
Pedro Armestre. 1972. A Rasela, Verín. Ourense.
Profesionalizó su mirada para vivir de los cuentos que la curiosidad le presenta. Interesado en el hombre como especie animal que ha olvidado tal condición y en los hábitats que transforma por idéntica razón. Pies en tierra y mente volando. Condición, esta última, que le obliga a caminar siempre de puntillas.
Pedro Armestre inicia su carrera en 1993 orientando su objetivo hacia el fotoperiodismo, labor que desempeña en diferentes medios nacionales e internacionales. Entre el 2003 y 2016 distribuye sus imágenes a través de la agencia Internacional France Presse.
Desde sus comienzos mantiene relaciones con organizaciones dedicadas a la defensa de los Derechos Humanos y el cuidado y preservación del Medio Ambiente, planificando campañas de intervención y creatividad donde la imagen es el epicentro de la comunicación. En la actualidad se desvincula del fotoperiodismo, aunque lo practica puntualmente, y su fotografía evoluciona en dos lineas claramente diferenciadas: proyectos documentales con un marcado carácter social y su propia obra artística personal, en sintonía a los valores que han sustentado su carrera durante todos estos años.
Armestre siempre ha sido un alma libre, que de pertenecer a alguien sólo sería a la Madre Tierra, y a ella se ha consagrado, consciente o inconscientemente. Le gusta definirse como un fotógrafo ausente, un mirón que observa con cariño, siempre interesado en el hombre como especie animal que ha olvidado su condición y en los hábitats que transforma por culpa de ese desprecio a la naturaleza.Si hay algo que desdeña es hablar de sí mismo, no es consciente de que se descubre con sus imágenes. Susurra a través de los efectos de la luz en el agua, abraza entre los árboles, acaricia en el fuego y besa desde el aire. Su arte sustenta sus emociones. No en vano “sentir para transmitir” es el mantra que le ha guiado siempre detrás de la cámara, el punto cardinal de su manera de inmortalizar el tiempo y espacio.
«Cada vez tengo más interés por las fotos imperfectas, las que transmiten fuerza, esas que no tiene un foco rabioso. La vida es imperfecta como las fotos que trepidan, son ruidosas y desenfocadas. Me mueve la búsqueda constante de lo que no se ha visto».
Ha sido reconocido con El Premio Rey de España de periodismo , Ortega y Gasset, Picture of the year internacional entre otros galardones.
Más info en: https://pedroarmestre.photoshelter.com/about/index
El oficio de fotógrafo de prensa se muere. ¿Se muere o lo estamos matando también nosotros un poco?. La amplia mayoría de los fotoperiodistas en España trabajan de forma autónoma, como colaboradores externos, freelance y "soldados de fortuna". Pocos tienen el respaldo de un medio de comunicación con potencia para cubrir las espaldas de esos colaboradores ante los problemas del día a día que devienen de un trabajo de estar siempre "en la trinchera", en puntos de conflicto y ante organismos e instituciones. Se muere el oficio por condiciones laborales deficientes, se muere por la incapacidad como autónomos individuales de hacer presión allí donde nos presionan, se muere por nuestra propia negligencia.
Somos un colectivo que lloramos mucho y hacemos poco. Preferimos adoptar el rol de pasivo agresivo y culpar a terceros de nuestros propios males antes que asumir el esfuerzo de ser parte de la solución dejando de ser parte del problema. Nos gusta hacer alarde de egos, nos gusta zancadillear al colega y nos encanta usar a los pocos fotógrafos que se asocian en colectivos como diana para lanzar culpas y desmanes; "es que no encuentro una asociación que me defienda a medida de mis intereses", "es que la junta directiva de esa asociación me cae mal", "es que no asociacionean como a mí me gusta", "no tengo tiempo"
Y mientras, el tiempo pasa, la presión se acrecienta y nuestra fuerza como profesionales, individualmente y colectivamente se extingue. Nos asedian los fotógrafos "pirata" bajando precios, esos que presumen de lo que hacen pero omiten decir lo que no hacen: pagar impuestos. Nos endurecen las condiciones de trabajo los fuerzas y cuerpos de seguridad del estado en la calle, algunas instituciones oficiales nos quieren incluso borrar del mapa. Y las asociaciones que ya existen como la UPIFC o la ANIGP cada vez tienen menos socios, menos músculo asociativo y con un poder económico en grave situación.
Es por todo esto que queremos hacer un llamamiento a todos los profesionales de la fotografía de prensa, a todos los que con nuestras fotografías informamos en periódicos y revistas, en agencias y gabinetes a que busquemos el encuentro, el mínimo denominador común que nos permita unirnos y asociarnos, con nuestras diferencias y similitudes, en un bloque sólido que garantice nuestro futuro, en una sola voz con poder suficiente para combatir lo hostil que traba nuestro oficio, a aunar esfuerzos.
¿Se muere el oficio?. Se morirá si lo dejamos morir, pero algunos nos estamos esforzando para que eso no pase. Pero sin la ayuda de todos, nuestro esfuerzo será en vano. Asóciate compañera, compañero, asóciate porque todos juntos seremos capaces de hacer lo que invidualmente no podemos.
Abrazos.